En la primera edición de este año -y décimoquinta desde su inicio-, el ciclo público y gratuito convocó a dos grupos que pisan fuerte en la escena emergente del rock nacional independiente. Un Planeta y Mi Amigo Invencible pusieron al público en sintonía con las nuevas manifestaciones musicales y movieron el suelo del hall del Senado al otorgarnos un recital tan notable como singular.

 

 

En la tarde del sábado hubo un movimiento inusual de jóvenes en la intersección de Avenida 7 y Calle 49 de la ciudad de las diagonales. En las puertas del Senado se juntaron los amigos que esperaban para adentrarse a la Cámara. Inmersos en esa copada atmósfera nos confundimos entre los paseantes que, mientras esperaban por las bandas, recorrían la muestra de arte brindada en el recinto.

 

 

Mi Amigo Invencible fue la banda encargada de abrir el evento. Condicionados por dos circunstancias excepcionales, MAI, en un formato semieléctrico, sorprendió por la potencia y el carácter de sus canciones. La gran reverberación tiñó el concierto de los mendocinos con un aura de pop barroco análogo a las texturas que ha logrado Arcade Fire cuando grabó sus discos dentro de una iglesia.

 

 

La banda hizo un despliegue de temas suaves y melancólicos fabricados mediante un magnífico trabajo de voces e instrumentación, que recordaba por su articulación discreta a artistas del calibre de The Radio Dept. Los músicos ejecutaron clásicos como Perdido NOS y temas de su último disco, La Nostalgia Soundsystem (2013),  como Esta Casa, Todo Gira y Los Lobos, embelezando a un público atento -cada vez más numeroso- y sumergido en la melancólica ofrenda musical.

 

 

Tiempo después le tocó a Un Planeta. Al igual que MAI, los chicos de City Bell presentaron un formato distinto al frecuente al sumar una batería electrónica y un sinte de bajo. Frente a una considerable audiencia -prácticamente a sala llena- tocaron canciones de su disco homónimo -Un Planeta (2012)- que hacía tiempo no tocaban: Desde Un Árbol, Fuego, Un Planeta, Descansa, Un Verano y Las Aguas -impresionante adaptación-.

 

 

Quedó impregnada en los oyentes la genial melodía del verso “reírnos hasta llorar”, el cual forma parte de un tema nuevo, y sorprendió el buen cover Vivís lejos de Fabricio Algo, atravesado de la genética dreampop que caracteriza a la banda. El resultado sonoro de la particular configuración de la banda se analogaba con la herencia de Beach House y la escena under de la Costa Oeste de Norteamérica.

 

 

Las visuales de Vj Mutante lograron correlatar el desempeño de ambas bandas al amalgamar la geometría icónica con el ritmo de las cadencias y las composiciones. Fue extenso el agradecimiento a los organizadores del evento y a la Dirección de Cultura, que, al abrirles las puertas a la música independiente, favorecen la difusión de bandas pertenencientes a sellos como Fuego Amigo y Dice Discos. El cierre de la edición dejó abierta la expectativa a lo que vendrá, que seguro mantendrá la misma calidad de artistas convocados.