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música para navegar

27/05/2014

Por @LepeBaini.

Satan Dealers y Fusibles se presentaron el viernes pasado en Il Amichi Bar, San Miguel, donde brindaron unos shows que nos dejaron más que atentos a sus próximas fechas. 

La noche fría del viernes quedó atrás después de atravesar la puerta de vidrio que separa la calle del hermoso Il Amichi. El bar de madera se convirtió en un cálido barco en el que viajaron cientos de personas que miraban atentas a un grupo de hombres que invadieron el escenario con sus dotes musicales. Cada uno ejecutaba su instrumento con tal pasión y soltura que dejaban al público inmóvil. Esa fue la primera imagen de la velada. Casi como una escena congelada en la que sólo se movían los artistas. Se trataba de Fusibles.

 

Si hay una banda en San Miguel que todos disfrutamos ver en vivo son ellos, sin lugar a dudas. Lou Baumann en guitarra, Lalo Pineda en bajo, Pablo Olivera en batería, Ezequiel Cuenca en segunda batería y Marcelo Ruiz en teclados nos hicieron navegar con sus canciones psicodélicas, del mejor krautrock que, sin letras, nos cuentan historias como una película en la que la protagonista es la pura libertad con la que cada uno siente su instrumento -aunque a veces los músicos parecen ser manipulados por éstos-.

 

Las baterías unidas en un galope que sonaba con perfecta sincronización fueron la base de unos sintetizadores tétricos que impusieron los momentos más intensos. De repente Lou Baumann apareció con su delicada y audaz guitarra y se llevó encima todo lo anterior, proponiéndole un nuevo sentido a la canción. Y eso es común en Fusibles. Pareciera que estamos tan concentrados escuchando cada sonido que no nos percatamos del momento en el que otro instrumento se convierte en el centro de atención y luce a su dueño como al mejor. Sucede con todos y cada uno de sus integrantes.   

 

Pablo Olivera salió de atrás de su exquisita batería, se calzó el timbal y esperó el comienzo de Ezequiel Cuenca en la percusión. Una base de bombo y ton duró unos minutos y de pronto, desde la tundra profunda comenzó a sonar ese timbal pseudo afro que disparó otro tema para volar. Las guitarras surfistas con menos gel y ese wawa que las fijaba en el tiempo dieron el ajuste que definió otro momento hipnótico. Baumann jugó con sus pedales y, de a poco, abandonó el tema hasta convertirse en espectador. Se sentó en su equipo y disfrutó de su banda que así como empezó con aquél timbal, terminó con su último golpe.

 

Satan Dealers cambió la propuesta psicodélica por otra más rockera. Adrián Outeda -ex NDI- en voz, Franco Morresi en guitarra, Vito Rey en guitarra, Alejandro Cannuci en bajo y Cristian Salvucci en batería comenzaron a sonar con fuerza y varios cuerpos inquietos se acercaron más al escenario. Sonó Madre y junto a esas guitarras enérgicas, la clásica base de batería y un bajo denso y groovero, Outeda sacudió su cabellera gris y despegló su voz suave -por momentos áspera- que sobrevoló el salón y lo inundó de un clima de rock noventoso. Como si la vieja escuela estuviera más viva que nunca. Le siguió Me tapa el aire y esa atmósfera punk se terminó de definir e intensificar aún más.

 

La banda repasó varios temas de su último disco Canciones para desertar (2012), El ardor de los perfumes prohibidos (2007) y viejos temas como How hard it is to fix -The brightest view (2003)-. La mezcla alternativa-punk-hardcore-melódica contagió su energía a la mayoría de los presentes que con pogo y cánticos acompañó al grupo que dio un show de honesta entrega, digna de músicos que hacen rock con su propia trayectoria. 

 

La noche, organizada por Shelter, unió a estas grandes bandas que sólo nos hacen pensar: ¿cuándo vuelven a tocar? Fusibles se presentará el viernes 30 en Mod de Campana y volverá a conmover en Il Amichi Bar el sábado 31 junto a Oceánicos y Camino del espejo. Satan Dealers, que trabaja en su próximo material, tocará el jueves 12 con Pelea de gallos y Cobra Sarli en Uniclub.

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