Quemacoches, primer año
01/01/2014
La calurosa noche del sábado nos llevó hasta Club GBA -Lamadrid 2328, Villa Adelina- donde festejó su primer año de vida Quemacoches, esta banda punk que editó en 2013 su primer flamante disco Puro veneno que fue presentado en varias tablas de la Ciudad y Buenos Aires con buenas repercusiones.

Un salón angosto y corto con aire acondicionado. Una alfombra persa que sobrevolaba el techo del escenario y una cortina blanca de fondo iluminada con una luz cálida destacaba al baterista que de ese mismo brillar parecía envolver a la banda. El Hombre anormal arrancó la noche con un intenso tema de variedades sonoras marcadas a la perfección desde los cortes de percusión.
Al principio un poco alto, el acostumbramiento mejoró y el sonido legó a ser perfecto: fuerte y vibrante. Las siluetas quedaban plasmadas con el ventilador de fondo que oxigenaba un poco a la banda. El público totalmente compenetrado. Sin dispersión. Al contrario, reinaba un comprimiso con la recepción de la música que los estaba haciendo disfrutar de la calduda noche del fin de semana.
Como siempre EHA, con Sebastián Nieva en guitarra y voz, Francisco Cuello en batería, Darío De Luca en bajo y Augusto Paladino en teclado, invitó a la dispersión mental con cada uno de sus temas. Con éxito, el salón principal de GBA se colmó de sus amigos y seguidores, de un público atento a cada nota y a cada instrumento que cumple un rol exacto y funcional en todo momento.
Siguió Mofa. Al principio con la mitad de la gente afuera. Es que el clima de agobio fue ganando terreno y la necesidad de aire natural era irretrucable. Adentro la música vibraba y despertaba en los cuerpos la fogocidad que seguiría después -quizá por las expectativas del show-. Sea donde sea que se haga este recital, el combo El Hombre Anormal, Mofa y Quemacoches parece rendir y funcionar siempre igual. Con diversidad de público presente agitando los trapos.
La desesperación por la birra y el cuelgue eran escenas comunes. Como es habitual, la feria de discos Alboradas estaba presente. Con la motivación de intentar editar lo que se pueda del under que cada vez crece más, con más opciones y calidad, este sello se hace cada vez más presente en la movida. No todo se puede abarcar pero con lo que está a su alcance intentan cumplir apoyando y difundiendo siempre a los músicos.
Desborde de amistad en los pasillos, cataratas de charlas sencillas y Quemacoches que ya subía. La clásica apertura a cargo del Turco atrajo a todos adentro del fresco espacio que pronto se calentaría. Luigi -guitarrista- con su remera de los Rolling Stones contó con simpatía que estaba acordada con Cristian "Vaka" Berlingo -ex pandereta y coros- quien debía vestir la de Brian Jones, y así fue. Ambos cumplieron lo prometido.
Arrancó a lo grande Quemacoches con un tema que no tardó en despertar el pogo y el mosh. Cantaron el feliz cumpleaños homenajeando a la banda en su primer aniversario y para celebrar como se debe convocaron a sus ex integrantes "Vaka" y Pablo Olivera en batería. El agite enardeció GBA, el festejo comenzó y varios temas con esa formación deslumbraron a sus seguidores que nunca pararon de saltar, bailar y empujarse -además de alentar y bancar a esa banda surgida en octubre de 2012-. El carisma de "Vaka" atravesaba la altura y evidenciaba el cariño que se le tiene a este personaje de la noche y del rock.
El repaso de su primera placa -que estalló en el público desde su primer track Veneno-, la energía que irradiaban las guitarras de Lou Baumann, la bases punk de Ariel García, la fuerza del bajo de Lozi Lozano y la voz extrema de Diego Casalves mantuvieron un show siempre enérgico, desbordado de empujones y baile.
Un hermoso cumpleaños tuvieron los Quemacoches que en 2014 redoblarán la apuesta con más presentaciones, más punk y muchas más ganas de hacernos transpirar con su buena música, que es lo que realmente saben hacer.
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