Cuando uno transita un sábado a la noche por la plazoleta de Bellas Artes reconoce un bioma platense y singular: amigos sentados en las esquinas, bajando del auto, músicos circulando, las figuras de siempre rondando las puertas del mítico Pura Vida. Un sábado a la noche en clima primaveral, las veredas de la diagonal 78 y calle 61 aún sienten las pisadas de lxs estudiantes de las facultades, y como es de esperar, podemos ver como muchxs de ellxs reaparecen por la zona para acudir al bar a disfrutar de la nueva música, conociendo la leyenda de Pura Vida y sabiendo que nunca lxs va a decepcionar.

 

Anoche no había un clima primaveral. Caminar por la avenida 7 de La Plata, ciudad a la cual el invierno la oscurece, era meterse en un frigorífico; a pesar de eso partimos marchando rápido pero viendo con sorpresa que incluso en esta estación tan difícil de sobrellevar -en cuanto a la temperatura y las salidas nocturnas-, había un movimiento inusual de personas movilizadas por las ganas de pasarla bien. Llegando a las puertas de nuestro pub, y viendo desolada la plazoleta de Bellas Artes, nos metimos sin esperar ni un segundo más adentro de Pura Vida, recinto felizmente aclimatado, donde todas las personas que podríamos haber esperado ver rondar en torno a la entrada ya se hallaban dispuestas por todo el salón, esperando por las bandas. La consigna de la noche de ayer era ver a Tobogán Andaluz y a Un Planeta. Estas bandas nuevas se están convirtiendo en modelos ejemplares, tanto por la calidad musical de su propuesta como por el profesionalismo que destilan en todos los aspectos relativos a la vida artística.

 

Tobogán Andaluz, originarios de Buenos Aires, es el proyecto que resulta de la conversión a formato banda de las canciones acústicas lo-fi compuestas por Facu Tobogán -ex Los Juguetes Vivos-. La suma de bajista y baterista inició una carrera precipitada: editaron EP’s, simples, un disco -disponible gratis en bandcamp- y poseen otro listo para salir que será presentado el 11 de julio en Palermo. Curtieron el under de la ciudad de Buenos Aires y ya han realizado giras en el interior. En suma; mucho rock con filosofía indie en tan sólo tres años.

 

Los chicos de Un Planeta se formaron a fines de 2010 , lanzaron un disco con fuertes cadencias en la estética dreampop y se largaron a tocar, convirtiéndose rápidamente en una fuerte promesa para la nueva escena musical argentina. Han recorrido el circuito platense y se han lanzado a tocar en Buenos Aires, también compartieron escenario con artistas de la talla de El Mató y participaron en importantes eventos como la Bienal de Arte Joven y el festival Ciudad Alterna -La Plata-.

 

Hay un dato que es vital para ambas bandas y es que su afán musical no se detiene en la producción de su propio material: tanto Tobogán Andaluz como Un Planeta son grupos que llevan adelante sellos discográficos autogestionados, la primera como banda representativa del sello Cinema Discos –aunque ha editado material también en Fuego Amigo Discos–, la segunda liderando DICE Discos, sello que compila artistas bien posicionados en la escena platense, tales como Bautista Viajando o Camión.

 

No es un detalle menor la incidencia que tiene para la escena musical que dos sellos se involucren. El show de Pura Vida estuvo cargado de emotividad por la presencia de una banda que vino desde otro lugar a presentar su música y esto nunca dejó de notarse en la buena vibra que se sintió entre la gente cuando Tobogán Andaluz inició su toque. La banda ejecutó sus canciones con arraigo rockero, desplegando unos pocos temas de Viaje de Luz (2012) y muchas canciones de su disco inédito.

 

La transición de Tobogán Andaluz del material viejo hacia el nuevo nos dejó entrever un enfoque sonoro menos crudo y más producido, ligeramente orientado hacia el indie pop –aunque la genética de freak folk despojado persista tanto en lo musical como en lo literario–. Los temas de Facu Tobogán son efectivos, se visten de la realidad cotidiana deconstruyéndola a modo de fábula. Los temas nuevos son incluso hipnóticos; el público se dejaba llevar por las melodías hendidas o se limitaba a mirar con fascinación la gran performance de los músicos, quienes agradecieron a los platenses por haber sido invitados. Hay que destacar que el operador de sonido de Pura Vida hizo un gran trabajo al comprender el estilo de Tobogán Andaluz -y más adelante de Un Planeta-, lo cual deja clara la enorme relevancia que este lugar le da a las bandas.

 

Bien entrada la madrugada, los invitados dieron paso a los anfitriones: los chicos de Un Planeta se subieron al escenario bien distendidos y acomodaron sin prisa su seteo (observamos que su éxito como banda se refleja en sus grandes decisiones para equiparse y mejorar sus instrumentos, discurriendo del uso de controladores MIDI al de sintetizadores dedicados o incorporando módulos de percusión digital). La lista de temas que tocaron incluyó pocas canciones de su disco homónimo (2012) y varias de su disco próximo a salir (en pocos meses según Gastón Le, cantante y violero).

 

Hace ya tiempo que Un Planeta fue novedad, hoy se ha consolidado con gran peso en la escena de La Plata. El estilo de sus primeras canciones se hace eco en el pop rock de Soda Stereo y en las tendencias dreampop de cierta escena revival norteamericana (fomentada por ejemplo, por el sello Captured Tracks). También han incurrido en el post-rock e incluso han rozado el shoegaze, pero todas estas categorías son sólo formas de designar su exploración. El recital de ayer, orientado a la presentación de canciones nuevas (tal como lo vienen haciendo hace más de un año) da cuenta de una maduración musical que los orienta hacia el indie pop, quizás más mainstream. Anoche, en las canciones nuevas, hicieron un despliegue de arreglos muy sofisticados, e incluso reversionaron canciones de su primer disco. Su nuevo sonido aún más elaborado encuentra referentes en grupos como Phoenix, linkeados por el enfoque casi nervioso en la producción y la estructuración de la música. Que se hayan afilado no es sorpresa, y en un Pura Vida muy concurrido todos disfrutamos mucho con sus canciones. Esta banda demuestra una correcta interpretación de todos los recursos musicales, tanto rítmicos (Germán Galarza descose la batería) como melódicos y tímbricos (los sintes suenan muy bien). Las letras nuevas parecen no aludir a un universo abstracto sino que se acercan a un estado emocional y subjetivo.

 

Estos dos fenómenos sonoros de tanta calidad son sólo una parte pequeña de un nuevo movimiento cultural que nuclea a muchísimos artistas. La nueva música argentina está escalando rápido, las redes sociales ayudan mucho y por suerte existen lugares que le dan espacio para que todo esto salga de la sala de ensayo hacia un lugar donde podamos ver la música que nos pasan por Facebook o por Whatsapp. Lo que es aún más increíble es que la autogestión permita que las bandas proyecten y puedan hacer giras, grabar discos y hacerse conocidas. Lo que pasó anoche en Pura Vida es algo tan especial como frecuente: aunque haga frío no da para perderse las cosas que suceden allí (aunque, obvio, cada vez más personas conocen la leyenda).