Este diciembre trae grandes satisfacciones para los muchachos de ADN porque celebran diez años de trabajo en el local de la calle Rodríguez Peña 1190, San Miguel y, a su vez, el cumpleaños número veinte de la marca de Alfredo Daniel Nuñez, que abrió su primer local a los 16 años en Mitre y Alem. Después de cambiar cuatro veces de dirección ADN Tattoo se estableció de forma definitiva en su ubicación actual gracias a la asociación con Fabricio Bianchín, quien se dedicaba a colocar piercings.

Atendido por sus dueños, con la colaboración de "Ale Classicall Tattoo", ADN logró distinguirse por su buena atención y excelente calidad de trabajo. "La idea es tener feedback con los clientes porque nosotros apuntamos a crear un vínculo más allá de hacer el tatuaje. No queremos caer en la postura del tatuador con cara de malo que sólo te hace el trabajo y listo", comenta Daniel al respecto y Fabricio agrega: "Nosotros diseñamos los tatuajes y eso es algo particular por lo que también sentimos que nos buscan".

Son muchas las personas que llegan al local dando una descripción de algo que imaginan y encuentran la elaboración del diseño que luego imprimirán en su piel. Daniel aclara que no es algo que ellos hayan inventado pero cree que ya no es común, que se perdió. "Ahora hay una nueva generación que calca y pega. Nosotros tratamos de mantenernos fiel a la vieja escuela y a la buena atención", concluye.

La premisa de fusionar buenos tatuajes con un buen servicio se evidencia día a día. El local siempre tiene "amigos", esa es la sensación que se percibe al entrar y ver cómo se manejan con los clientes, que quizá conocen hace años o sólo semanas. Para todos el trato es el mismo.

La idea de organizar una fiesta en el mismo espacio en el que trabajan, nació desde el deseo de no hacer algo comercial. Fieles a sus principios. "Probablemente no tatuemos a todos porque en seis horas, dependiendo de la gente que venga, no vamos a llegar pero queremos que, más allá de venir a tatuarse, los invitados vengan a compartir, festejar y disfrutar", dice Daniel y explica por qué decidieron hacer una maratón: "Es la forma que encontramos para que todos se conecten a través de algo en común: los tatuajes. Son bienvenidos todos más allá de los que vengan a hacerse algo". 

"En la fiesta nos queremos relajar, estar tranquilos, que no sea un clime de stress. Si no pudiste tatuarte te invitamos algo para tomar para que lo puedas disfrutar y participar de alguna manera", explica Daniel dejando en claro la esencia del evento. 

La maratón de tatuajes comenzará el sábado a las 18 y aplicará a determinados diseños de alrededor de 5x5cm que ya prepararon y difundieron en su página de Facebook. Se tatuará por orden de llegada, sin turnos, por lo que esperan que todos vayan predispuestos a la espera y al riesgo de no obtener un tattoo. "Esperamos que la gente se relaje como nosotros y que todos puedan participar", dice Fabricio.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La selección que hicieron responde a sus preferencias por el estilo tradicional y algo fundamental: "buscamos los que sabemos que van a quedar bien definidos en cualquier piel", explica Daniel.

Hasta las 12 podrán tatuarse por cincuenta pesos y, como si esto fuera poco, los primeros diez clientes se llevarán una remera de regalo.

¡A tatuarse y a celebrar!